Hoy se ha dado un dictamen bastante relevante y que demuestra en cierto modo la miopía de nuestro estado y de sus abogados.
sociedad.elpais.com/ ...59606.html
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El Tribunal de Justicia de la UE se ha pronunciado sobre el alcance del derecho al olvido en Internet en un caso que enfrenta a España, y en concreto a la Agencia de Protección de Datos, con el gigante informático estadounidense Google. Según Bruselas, el buscador de Internet no tiene obligación de borrar contenido a petición de un usuario.
El dictamen preliminar ha sido publicado por el abogado general del Tribunal y no tiene carácter vinculante, aunque los jueces suelen seguir estas recomendaciones en el 80% de los casos. La sentencia final se publicará dentro de unos meses.
El litigio se remonta al año 2010, cuando la Agencia Española de Protección de Datos exigió a Google que eliminase en los resultados de sus búsquedas los vínculos al anuncio publicado en un periódico de una subasta de inmuebles relacionada con un embargo por deudas a la Seguridad Social.
Aparte del tufillo antigoogle que desprende el artículo, como casi todos los de El Pais, cuyos periodistas parecen haber recibido un curso de adoctrinamiento contra el buscador de buscadores, si entramos en la petición que se hace al tribunal es absurda.
La AEPD no pide que se elimine los datos de la fuente (el periódico, no sea que la prensa se moleste), el origen del problema, sino del espejo donde se refleja la fuente (el buscador). ¿Hay algo más absurdo que intentar quitarte un grano, apretando en un espejo?
En su planteamiento intenta vincular el supuesto “derecho al olvido”, a lo que es un error de lógica del funcionamiento de las cosas: ir a donde esta el problema (origen de la información) y no solo a paliar los síntomas externos (buscador, sin tener en cuenta que hay cientos de buscadores y por tanto eliminarlo de Google solo seria ponerte un parche en un ojo.
Segundo: no se tiene en cuenta el derecho a la información, a la veracidad de las cosas y a que la información lo que refleja es una mera situación histórica y, por tanto, no contradice que ahora las cosas sean diferentes.
¿No existe el derecho a “recordar”? ¿El derecho al olvido no entraría en conflicto con la libertad de expresión y el derecho a recordar?
¿No podría tendría yo derecho a recordarle a mi vecino una deuda? ¿El que la saldase me obligaría a olvidar que la tuvo durante un plazo de tiempo?
¿Tendría un criminal nazi o fascista “derecho al olvido”? ¿Prevalecería el “derecho al olvido” sobre la “Memoria Histórica”?
Cuando nos metemos a definir “derechos” no podemos olvidarnos que al ser generosos con ellos, podemos estar recortando anteriores derechos (libertad de expresión, derecho a recordar, etc).
No parece tampoco que el promotor de la denuncia, este demasiado interesado en el olvido y la privacidad, cuando ademas sale en El Pais comentando su caso en portada y con foto:
tecnologia.elpais.com/ ...42487.html
¿No es para volverse loco?
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