La
Licencia Pública General de
GNU, llamada comúnmente
GNU GPL, la usan la mayoría de los programas de
GNU y más de la mitad de las aplicaciones de software libre.
Utilizando la
GPL ordinaria para una biblioteca proporciona a los desarrolladores de software libre una ventaja sobre los desarrolladores propìetarios: una biblioteca que ellos pueden utilizar, mientras que los desarrolladores de software propietario no la pueden usar.
La
Licencia Pública General Reducida (LGPL) de
GNU la usan algunas, pero no todas, las
bibliotecas GNU. Esta licencia fue llamada en un principio
GPL para bibliotecas . Es una licencia que es prácticamente igual a la
GPL, pero permite que software con esta licencia estén integrado en software propietario.